El llamado estallido social de octubre 2019 en Chile fue un conjunto de protestas populares, algunas pacíficas, pero la mayoría extraordinariamente violentas.
Fueron diarias y duraron varios meses y sólo tendieron a decaer por la irrupción del COVID, la decisión de los partidos políticos de sustituir la Constitución Política y otras medidas económicas.
La extrema violencia causó, en los catorce meses siguientes, más de 32 muertos, 25 estaciones de Metro incendiadas, e innumerables supermercados, comercios, hoteles, iglesias y oficinas públicas incendiadas y saqueadas. Además de continuos ataques a numerosos cuarteles de Carabineros. Se calcularon las pérdidas en más de U$ cuatro mil millones.
Los enfrentamientos entre manifestantes, muchos de ellos delincuentes comunes, y la policía de carabineros, fueron increíblemente violentos. El gobierno informó de cientos de civiles lesionados y 2000 carabineros heridos, sólo durante ese mes de octubre de 2019.
Las protestas y enfrentamientos se concentraron principalmente en el sector de plaza Italia en Santiago y eran tan masivas y violentas que la policía de carabineros se vio completamente sobrepasada en los días y meses siguientes, y sólo pudo defenderse de las agresiones, y, en algunas ocasiones, defender la integridad física y las propiedades habitacionales de algunos de los vecinos del sector.
En las semanas que siguieron al 19 de octubre del 2019 fueron saqueados e incendiados la mayoría de los comercios, hoteles, iglesias y un teatro, del sector.
Recuerdo que a fines del año 2020 recorrí a pie ese vecindario y estaba absolutamente desolado. Parecía una destrucción total producido por una devastadora guerra.
En este contexto le creo lo que relata en su libro, el ex Teniente Coronel de Fuerzas Especiales de Carabineros, Claudio Crespo Guzmán, quien fuera dado de baja por cumplir su deber.
En él, Crespo hace un relato, día a día, donde cuenta las dificultades extremas en los enfrentamientos con la llamada "primera línea" compuesta por jóvenes izquierdistas exaltados, anárquicos, muchas veces drogados e intoxicados, e infiltrados por delincuentes y saqueadores.
El comandante Crespo estuvo más de 14 meses, mayoritariamente en plaza Italia, la zona cero y, en algunas ocasiones, ayudando a custodiar el palacio presidencial de La Moneda, casi sin días de descanso, hasta su traslado a otras funciones institucionales a comienzo del año 2021.
Soportó varias lesiones, principalmente de objetos contundentes como piedras, tablones de madera, bolones de acero, bombas molotov y fuegos de artificio. Carabineros tenía como elementos de defensa el agua de vehículos anticuados, gas lacrimógeno y para casos de riesgo mayor, escopetas con balines de goma.
Mis respetos al comandante Crespo y los carabineros que debieron actuar en esos terribles meses de enfrentamientos extraordinariamente fieros. No utilizaron nunca sus armas de servicio aunque en muchas ocasiones se vieron sobrepasados y sus vidas corrían peligro. A pesar de que la Constitución y la ley vigente les autorizaban a usarlas en estos casos extremos en que corría el riesgo la vida.
Recomiendo la lectura del libro "G3, HONOR Y TRAICIÓN" escrito por Claudio Crespo mientras estuvo 14 meses privado de libertad por una injusta, e incomprensible, formalización del Ministerio Público Chileno en su contra.
Una de las cosas más dramáticas que relata el comandante Crespo fue el hecho insólito del uso de balines de goma, que tenían componentes de fierro, debido a un gravísimo error del área de abastecimiento de Carabineros. Este hecho era absolutamente desconocido por los funcionarios de fuerzas especiales que debieron actuar en la emergencia. Estos estaban seguros que eran balines 100% de goma, tal como indicaba la descripción de los paquetes correspondientes.
Claudio Crespo fue acusado por la fiscal Ximena Chong de haberle producido ceguera en ambos ojos al joven Gustavo Gatica, miembro de la "primera línea". Aunque las evidencias son precarias y es altamente improbable que el comandante Crespo haya efectuado los disparos a Gatica ese día, la señora Chong ha insistido en la persecución odiosa en contra de este funcionario público, solicitando 12 años de presidio en juicio a desarrollarse a fines de este año 2024.
Indignante es el relato de Crespo, durante sus 14 meses de privación de libertad por ser "un peligro para la sociedad", cuando desenmascara la corruptela de la Fiscalía en la asignación de los jueces de garantía afines a sus objetivos, en varias de las solicitudes para lograr su libertad bajo fianza.
Y en otra oportunidad se efectuó una audiencia para re formalizar a Crespo por otra acusación, sobre una actuación en el "día del joven combatiente" del año anterior, el 2018.
La fiscalía ya había, en su momento, tipificado esta actuación de Crespo como "cuasi delito de lesiones", y, ya, un juez había desestimado los cargos, lo que fue ratificado por la Corte de Apelaciones.
Ahora, mañosamente y con resquicios, la Fiscalía buscaba reformular a Crespo por el delito de "apremios ilegítimos", la misma tipificación que enfrentaba el ex oficial en su acusación por el caso Gatica, aún cuando el juez arriba mencionado, Pedro García, y el tribunal de apelaciones, ya habían anulado dicha formalización y la causa estaba cerrada y juzgada.
Lo que pretendía Ximena Chong era obvio...........que condenaran antes a Claudio Crespo por "apremios ilegítimos" en un primer juicio, para que no pudiese esgrimir, en el juicio de Gatica, "irreprochable conducta anterior" y maximizar la potencial condena de cárcel.
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| Ximena Chong |
Pero al poco rato quedó claro que este procedimiento de re formalización era toda una "corruptela" organizada por la Fiscalía, ya que después de las certeras argumentaciones del abogado de Crespo, señalando que el tema era "cosa juzgada", y que jamás en su paso por la Fiscalía (en su trabajo anterior), había visto algo tan irregular, rápidamente tomó la palabra la jueza de garantía, Claudia Hermosilla Toro, y le dirige a la fiscal Chong, la siguiente frase:
"XIME, ¿HABLARÁS TÚ ?
Se produjo un silencio ante tan inaceptable trato de familiaridad de una jueza de garantía hacia una de las partes.
Tomó la palabra la Fiscal Chong para insistir en la re formalización por la "terrible" conducta de Crespo quien había "apremiado ilegítimamente" a aquel "inocente" personaje del "día del joven combatiente" en 2018.
No fue sorpresivo para Claudio Crespo cuando la jueza Hermosilla, al poco rato, le da la razón a "Xime" Chong, y a la Fiscalía, y autoriza la reformulación de cargos.
Otra cosa insólita en este período es la actuación del abogado del Consejo de Defensa del Estado, quien ha perseguido implacablemente al comandante Crespo en conjunto con la Fiscalía.
Es difícil entender como el representante de una institución del Estado (cuya función es proteger los intereses del Estado), persigue a un ex funcionario de Carabineros (por ende miembro del Estado) por actuar según órdenes recibidas por sus superiores (miembros del Estado) y por haber hecho su labor según la normativa básica de las leyes y la Constitución Política del Estado.
Pero, afortunadamente, la justicia tarda pero llega,.
A principios de junio 2024, Claudio Crespo recibió, al fin, una buena noticia:
"El Segundo Tribunal Oral en Lo Penal de Santiago absolvió al ex mayor de Carabineros Claudio Crespo de los delitos de apremios ilegítimos, detención ilegal y obstrucción a la justicia, imputados al ex uniformado en en el marco de una causa originada en el 2018, en medio de una manifestación por el Día del Joven Combatiente".
Y la fiscal Chong recibió una segunda bofetada en su implacable, vengativa e injusta persecución a Carabineros de Chile, el 12 de julio recién pasado:
"El Cuarto Tribunal Oral en lo Penal de Santiago ha resuelto absolver este viernes, en votación unánime, al ex cabo de Carabineros Sebastián Zamora, que había sido imputado por la Fiscalía Metropolitana Centro Norte de los delitos de homicidio frustrado y apremios ilegítimos en contra de un manifestante el 2 de octubre de 2020, en el Puente Pío Nono, en la capital chilena. Lo ocurrido fue uno de los sucesos más simbólicos en el marco del estallido social. La indagatoria debía despejar si el agente de la policía fue responsable de provocar la caída del joven, de entonces 16 años, al lecho del río Mapocho".
Gracias a Dios que la justicia haya vencido en estos dos casos.
Aún falta el juicio de Chong en el que pide 12 años de presidio contra Claudio Crespo por la ceguera de Gatica. Este juicio, está programado para fines de 2024.
Estaremos muy atentos y esperanzados por su absolución.
Después de cinco años de persecución injusta y vengativa por parte de la Fiscalía, Claudio Crespo, y su familia, merecen ser reivindicados y vivir en paz........y ojalá reciban una gran disculpa de Chile, su gente y sus instituciones.
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