Hace unos meses comenté, en un artículo de la sección "Contingencia" de este BLOG, el gran libro de Daniel Reid, El TAO de la SALUD, el SEXO y la LARGA VIDA.
Tuve cientos de lecturas, seguramente porque el tema es fascinante, y porque las enseñanzas del TAO Chino siguen plenamente vigentes después de cinco mil años.
Es que, en efecto, el Taoísmo es la única filosofía mundial que subraya la importancia de disciplinar las relaciones sexuales como requisito imprescindible para la buena salud y la larga vida.
En aquel artículo, lamentablemente, no enfatizé, como corresponde, los fundamentos de esta filosofía milenaria, lo que pretendo hacer ahora.
Vamos por parte.
El Tao significa el "camino" y se interesa fundamentalmente por la vida en este mundo.
Traza una inequívoca equivalencia entre salud física y salud mental, e insiste en que sólo un cuerpo fuerte y sano puede albergar a un espíritu fuerte y sano, razón por la cual, el Tao, se concentra tan intensamente en la salud y la longevidad.
Los sabios Chinos explican que el TAO ("camino") es el resultado de la interaccòn de dos opuestos: El "YIN" y el "YANG".
El "YIN" representa la obscuridad y la pasividad, y se asocia con las cualidades de receptividad, flexibilidad, blandura y contracción. Se mueve hacia abajo y hacia adentro, y sus símbolos principales son la mujer, el agua y la tierra.
El "YANG" representa la luz y la actividad y se asocia con la resistencia, la dureza y la expansión, se mueve naturalmente hacia arriba y hacia afuera, y sus símbolos son el hombre, el fuego y el cielo.
El YIN y el YANG son fuerzas mutuamente dependientes, constantemente interactivas y potencialmente intercambiables. A pesar de su polaridad, ambos contienen en su interior la semilla embrionaria de la vida, como se ilustra en el conocido círculo YIN/YANG.
El YIN es más fuerte que el YANG, pero el YANG es más visible y activo. Por ejemplo, en el mundo hay más agua que fuego, pero los fenómenos asociados al fuego, como el relámpago, son más espectaculares y llaman más la atención.
Los sabios Taoistas definieron que el hombre (YANG) y la mujer (YIN) son el equivalente al cielo y la tierra, pero que, en algún momento, se desconectaron.
Por lo tanto, mientras que la tierra y el cielo son eternos, el hombre y la mujer no lo son, y mueren prematuramente.
Los Taoistas definen dos substancias energéticas fundamentales:
La primera es el "Qi" o "fuerza de vida", que se encuentra, en forma embrionaria,en todo lo que existe.
La segunda, y relacionada con el "Qi", es el "JING", o "esencia", substancia energética que se encuentra en el cuerpo humano.
Cuando se pierden estas dos substancias, el ser humano muere.
El "JING" se puede perder de muchas maneras, pero la principal es a través de la pérdida de los fluidos corporales.
El fluido que contiene más JING es el semen.
Por lo tanto, y desde el ángulo de una vida larga y sana, los taoistas creen en decrecer la frequencia de las eyaculaciones sexuales (pero de ninguna manera decrecer la frecuencia de las relaciones sexuales, como se verá a continuación).
Y, en general, los Taoistas usan prácticas para estimular/incrementar, y conservar, fluidos corporales, de manera importante.
Por otra parte,otro concepto clave es la creación de nuevo JING (lo que va más allá de la conservación del semen y otros fluidos).
La "unión de las esencias" del hombre y de la mujer en el acto sexual es fundamental porque resulta en la creación de energía sexual JING. Se transforma parte de este JING, en Qi, recuperando y fortaleciendo, de esta manera, el ser humano, su "fuerza de vida".
Por lo tanto, incurriendo en la màxima cantidad de relaciones sexuales posibles, el hombre tiene la oportunidad de transformar cada vez más cantidades de JING en Qi, y como resultado, recibe importantes beneficios en salud y longevidad.
Y si el hombre aprende las técnicas de "contacto sin fuga" y limitación de las eyaculaciones, la referida "conservación" de JING se potencia junto con este proceso de creación de nuevo JING durante la relación sexual.
¿ Y qué pasa con las mujeres ?.
Ocurre que la mujer ("YIN") es la participante fuerte y afortunada en el tema sexual.
En efecto, las mujeres no expulsan (casi nunca), en el acto sexual, esencias y secreciones sexuales hacia el exterior, como lo hacen los hombres. Por el contrario, absorben internamente las esencias y la energía de sus propios orgasmos, con el beneficio incremental,además, de sus potencialidades multi orgásmicas.
Dicho de otra manera, las mujeres no sólo no pierden valioso JING durante el acto sexual, sino que reabsorben el producto de su propia energía y secreciones, además de absorber el JING resultante de la energía y las secreciones masculinas.
De hecho, el Tao condena la masturbación masculina porque el hombre, al eyacular, pierde esencia JING en el proceso, pero ve favorablemente la masturbación femenina, ya que, en ella, existe reabsorción total, o casi total, de esencia y energía.
Bueno, y resumiendo, hasta ahora nos hemos referido principalmente a los beneficios en larga vida y salud para aquellos que utilizan las técnicas Taoistas en relaciones sexuales frecuentes.
En efecto, y en especial cuando el hombre limita sus eyaculaciones, el hombre y la mujer están alargando sus vidas y mejorando su salud, gracias al ahorro y creación de JING y el correspondiente fortalecimiento del Qi, substancia energética fundamental denominada la "fuerza de vida".
Pero hablemos de los beneficios de aplicar conceptos como el "contacto sin fuga", y la postergación de la eyaculación en el acto sexual, desde el punto de vista del goce pleno para el hombre, y, principalmente, para la mujer.
Es así como, existe en todo este proceso Taoista una sinergía que es absolutamente esencial y que tiende a beneficiar enormemente a las mujeres de los hombres practicantes del Tao.
Efectivamente, ya lo hemos mencionado y como queda claro en el artículo en que resumo el libro de Daniel Reid, son las mujeres el "sexo fuerte", ya que, a diferencia de la mayoría de los hombres, tienen características multi orgásmicas, no sufren del período "refractario" que afecta a los hombres después de eyacular, y se excitan a "fuego lento" ( a diferencia de nosotros que tendemos a "acabar" rápido).
Esto significa que, naturalmente, las mujeres tienen una capacidad superior que los hombres para disfrutar de las exquiciteces de las relaciones sexuales, además de los beneficios enormes de larga vida y buena salud que describimos anteriormente.
Una relación sexual "a fuego lento", con la postergación en el hombre del orgasmo y muchas veces sin eyaculación, le permite a la mujer el tiempo suficiente para disfrutar plenamente sus capacidades orgásmicas o multi orgásmicas, quedando plenamente satisfecha.
Y el hombre, si bien sacrifica, en ocasiones, su propio orgasmo, está en mejores condiciones para tener relaciones sexuales más frecuentes y con mayor capacidad para satisfacer a su compañera y a si mismo.
El mayor goce, sumado a los beneficios de salud y longevidad descritos al principio de este artículo aseguran una relación hombre/mujer plena y enormemente satisfactoria en todos los planos.
La conclusión, entonces, es que la situación "win-win" para mujeres y hombres consiste en que estos últimos conozcan y utilizen las técnicas Taoistas de prolongación del acto sexual a través de la postergación de la eyaculación y la práctica frecuente de la relación tipo "contacto sin fuga".
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