Harrington, quien estuvo en la cima las temporadas 2007 y 2008, ganando tres Majors en un período de sólo trece meses, había caído al infierno del golf, al lugar 300 del ranking mundial, y sólo su pasado le permitía en esta temporada acceder a los torneos importantes gracias a invitaciones especiales de los auspiciadores.
Todo partió el 2009 cuando intentó cambios en su swing, los que no funcionaron, para luego perder confianza en su juego corto, incluyendo los temidos "yips" en el putter en el año 2012.
Su tradicional fortaleza Mental, forjada en años de trabajo con el Gurú Bob Rotella, se desvaneció en la medida en que Harrington intentaba "forzar" reproducir su concentración al nivel de sus años de gloria.
Este "trying too hard", o este intento de sobre esfuerzo por lograr un objetivo, produjo el resultado exactamente opuesto. Harrington cada vez perdía más confianza. Es algo clásico que se explica por una Ley, tal vez la más importante, de la teoría de la Autosugestión Consciente, la ley del Efecto (o Esfuerzo) Reversa.
Tal vez el mérito más grande de Padraig Harrington fue que, a pesar de sus pésimos resultados de los últimos seis años, nunca rompió su relación con Bob Rotella.
Habían señales que Harrington estaba por volver. Ganó un torneo en Indonesia a fines del año pasado y estuvo un par de veces en los lugares de avanzada en las últimas semanas.
En su conferencia de prensa, después de ganar, Padraig Harrington cuenta que Rotella lo obligó a ir a cenar el Martes antes del torneo, solos los dos, y que le dio tareas específicas como "buen profesor de colegio". Lo que hablaron en la cena funcionó ya que Harrington abrió el torneo con un brillante 67 el Jueves pasado.
Rotell (izquierda) con Harrington con el Claret Jug |
Otra de las claves, señaló Padraig Harrington, fue jamás permitirse pensar todo lo mucho que valía la victoria durante esos hoyos finales (tres años garantizados en el PGA Tour, invitación al Masters 2015, ascenso significativo en el ranking mundial, etc), y estar plenamente convencido de que nadie podía pegar putts mejor que él.
En declaraciones después de la primera ronda del Honda Classic, Bob Rotella señaló que Harrington juega su mejor golf cuando no está preocupado por algún aspecto técnico de su swing en el medio de una ronda de golf.
Lo otro que comentó Rotella es que después de años ha logrado convencer a un obsesivo Padraig de que no juegue ni practique tantas horas. Recientemente Harrington ha jugado menos torneos y le demostraron sus cercanos que, estando más descansado, aumenta su velocidad de swing.
Bien por Padraig Harrington quien estuvo en el infierno del golf estos últimos años. Ahora veremos si con la ayuda de su Gurú Rotella, será capaz, a sus 43 años, de volver a ganar Majors.
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