En el año 1960, un joven y carismático Arnold Palmer ganó el Masters con dos espectaculares birdies en los dos hoyos finales para relegar al promisorio novato, Ken Venturi, por un golpe.
Ese año, Palmer, también, ganó el US Open, desde atrás, con un brillante 65 en la ronda final. Y seis torneos adicionales del PGA Tour, la mayoría de ellos con rondas finales espectaculares.
Así fue como a los 31 años se transformó en "The King" ("El Rey"), por lejos el N° 1 del ranking de dinero ganado, y su extrovertida personalidad, junto con esa capacidad de "charge" ("ganar desde atrás"), lo convirtieron a Arnold Palmer en ídolo en Estados Unidos y en el factor más importante en la transformación del golf en un deporte de elite a uno de masas.
Hoy, a sus 85 años aun existe "Arnie´s Army" ("Ejército de Arnie"), constituido por miles y miles de fanáticos admiradores que lo siguieron hasta sus últimas apariciones en el Champions Tour y lo siguen en sus ya escasas apariciones en torneos de beneficencia. Jamás rehuyó a sus "fans" y siempre dedicó un tiempo inusual para hablar con ellos y firmar autógrafos.
Palmer ha diseñado más de 200 canchas de golf alrededor del mundo, incluyendo la primera que se construyó en la República Popular China, y fue uno de los inversionistas y fundadores originales del Golf Channel.
Me interesó investigar a Palmer, el gran golfista, desde el ángulo Mental.
¿Qué tenía Arnold Palmer que le permitía jugar su mejor golf cuando había más presión?.
Y leyendo un antiguo libro llamado Golfers´ Gold, escrito por, Tony Lema, otro gran golfista de los años 60 que lamentablemente falleció joven en un trágico accidente aéreo, me parece que encontré la respuesta.
Estaban, hacia fines de ese inolvidable año 1960, en Nueva Orleans, en unos camarotes en un yate de un amigo común, sin poder conciliar el sueño, cuando Lema le dice a Palmer:
"¿Te das cuenta lo que has logrado este año?".
" ¿ A qué te refieres?", le responde, Palmer.
"Bueno, terminando birdie, birdie en el Masters. Tu 65 en la última ronda del US Open. Y los demás torneos. Parece tan fantástico, tan sobre humano haber hecho esas cosas en esa forma".
La respuesta de Palmer, en la opinión de Lema, y en la mía, también, explica la fortaleza mental de este gran golfista.
" Nunca he pensado la cosa en esos términos", dijo, Palmer, "Sólo me preocupo de ver lo que tengo que hacer, y me mentalizo (make up my mind) a hacerlo. Si tengo que embocar un putt largo, sólo pienso en embocarlo. Saco totalmente de mi mente el pensamiento de que lo puedo errar y cualquier otra consecuencia que vendría en caso de errarlo".
En el lenguaje de los Coach Mental de golf del siglo XXI se diría que las sabias palabras de Arnold Palmer subrayan una actitud absolutamente positiva, confiada y optimista, y un enfoque total en el Momento Presente.
Brillante el carismático y siempre sonriente Arnold Palmer. Probablemente la leyenda más grande del golf mundial.
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