Es la capacidad de recuperación, o de adaptación, al enfrentar situaciones adversas, difíciles o complejas.
Y, como hemos dicho muchas veces, el golf, por sus características, nos va a "pegar en el suelo" reiteradamente. El formato de "medal play" nos obliga a no cometer errores en una ronda de golf, algo prácticamente imposible en canchas repletas de obstáculos, intentando darle dirección y distancia exactas a la pelota bajo escenarios de alta presión.
La resiliencia para enfrentar las situaciones difíciles, y las decepciones del golf, es algo simplemente esencial en el repertorio de técnicas y comportamientos mentales que deben tener los golfistas de todo nivel, y, muy en especial, los golfistas de elite.
Karl Morris y Graeme McDowell |
En este artículo, Morris que trabaja con Graeme McDowell, quien ganó el torneo del European Tour este fin de semana en Francia, habla de lo clave de la resiliencia para el deportista de elite y cita como ejemplo también el gran triunfo de Andy Murray en Wimbledon.
En el artículo, Karl Morris sostiene que la habilidad de la resiliencia puede ser incluso más importante que las cualidades de actitud positiva y de la confianza en el golf, y la define como la capacidad de perseverar y enfocarnos en los procesos correctos para lograr nuestros objetivos. El compromiso de seguir adelante a pesar de las dudas que surgen.
Sostiene Morris que Andy Murray debe haber tenido algunas dudas al enfrentar su final con Djokovic, en la misma cancha en que había fracasado doce meses antes frente a Roger Federer, pero tuvo la resiliencia de perseverar y confiar en que podía lograr el título. Dice lo mismo de su cliente, Graeme McDowell que a pesar de no haber hecho los tres últimos cortes previos a esta semana, logró perseverar y ganar en Francia.
Afirma Karl Morris que lo clave no es necesariamente la habilidad de la resiliencia en sí, sino que la capacidad de perseverar y no abandonar nunca los procesos, técnicas y comportamientos que permiten tener éxito en escenarios de presión, a pesar de múltiples fracasos recientes.
O, como me gusta decir a mí, no hay que abandonar jamás el Método Mental en golf, el que incluye procesos, técnicas y comportamientos, no importando si el juego nos ha pegado reiteradamente "en el suelo".
Aunque suene raro, dice Morris, si ACEPTAMOS de verdad el hecho de que los resultados son impredecibles y muchas veces no deseados, nos liberamos del peso de expectativas perfeccionistas y poco realistas. Los resultados van y vienen, arriba y abajo, pero si en el largo plazo somos capaces de construir nuestra RESILIENCIA con la fortaleza de una roca, uno será un competidor fuerte y, cuando la vida nos "pegue en el suelo", habrá una parte de nosotros que lo aceptará como algo normal y sabremos en nuestro fuero interno que superaremos exitosamente el mal momento y volveremos.
Estoy absolutamente de acuerdo con Karl Morris. Por lo que opino que la resiliencia es clave en el Golf Mental moderno.
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