El golfista de EGO juega al golf para ser mejor que los demás, porque quiere impresionar, busca reconocimiento y para sentirse bien consigo mismo.
El golfista de EGO valora la atención y el prestigio que le trae jugar bien, los cumplidos que recibe por pegarle largo a la pelota y la adulación por ganar torneos y hacer rondas muy buenas.
Está siempre compitiendo con los demás y preocupado por lo que están haciendo en la cancha sus adversarios.
El golfista de EGO suele estar eufórico cuando gana, pero entra en depresión cuando pierde.
Por otra parte, el golfista de MAESTRÍA, es un amante de los detalles del golf. Es un enamorado del juego en sí y el desafío que significa cada ronda y cada torneo. Su gran desafío no es ganar siempre, sino que está enfocado en mejorar mes a mes, torneo a torneo. Es de la opinión de que el golf es un juego para el largo plazo y el progreso es algo que nunca termina. Reconoce que el golf es un juego impredecible y que muchas veces nos va a "pegar en el suelo". Es paciente por naturaleza y es capaz de olvidar rápido una ronda mala, porque sabe que es parte de la esencia del golf.
El golfista de MAESTRÍA juega mucho más contra sí mismo que contra sus contrincantes. Su verdadero rival es la cancha y no el rival ocasional. Disfruta los detalles del juego el que considera como un desafío permanente. Le apasiona el golf y tiende a ser un entusiasta empedernido. Es curioso respecto a la historia del juego y tiende ha ser un estudioso del golf.
Nos dice Valiante que los grandes campeones han sido todos golfistas de MAESTRÍA. Jack Nicklaus, el más grande de todos, decía que lo que le daba más placer cuando ganaba, no era vencer a sus contrincantes, sino que haber podido vencer a la cancha y a sí mismo, según él, el rival más peligroso de todos.
Valiante plantea que mientras que el golfista de EGO juega con mucha presión y distracciones, tendiendo a la frustración y al enojo cuando las cosas no van bien, el golfista de Maestría enfrenta las dificultades del golf competitivo con mucha paciencia, optimismo y confianza.
Nos cuenta Gio Valiante que el golfista de MAESTRÍA no se desploma por el resultado de una ronda, o un torneo, y que aprende de la experiencia para simplemente estar mejor preparado la próxima vez. El golfista de EGO no es bueno para superar los percances, le cuesta entender que son normales en el golf y piensa que todo el mundo lo está mirando como un perdedor.
Dos golfistas de Maestría: Matt Kuchar y Jack Nicklaus |
Para mí está claro que el golfista de EGO, cuando las cosas inevitablemente van mal, suele "dañar" las "grabaciones" de su mente inconsciente, lo que lo perjudica para sus futuras rondas o torneos.
Por otra parte, el golfista de MAESTRÍA, al comprender los altos y bajos del golf, al ser mucho más paciente con los resultados de corto plazo, va a tener "grabaciones golfísticas" generalmente positivas, optimistas y confiadas, en comparación con el golfista de EGO.
No hay donde perderse: Para tener una mente fuerte para el golf debemos ir por el camino del golf de MAESTRÍA.
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