Terence Cook, ganador de Seniors en el Abierto del Polo |
¿ Y porqué esto resulta tan difícil, a todo nivel, incluso en la cima del golf mundial ?
Hay varias razones:
Primero, los jugadores que vienen de atrás no tienen nada que perder, por lo que juegan relajados y con poca presión.
Segundo, el perder un liderato el día final de un torneo es muy mal visto. Es el síntoma de un "arrugador", de alguien que no soporta la presión.
Tercero, el que va liderando tiene demasiado tiempo para pensar. Es lo que en Chile llamamos jocosamente el "caldo (sopa) de Cabeza".
Esto del pensar demasiado es fatal en el golf.
Empezamos a jugar demasiado a la defensiva, y "sacamos la calculadora" para ver que score es el que tenemos que hacer para ganar. Esto bajo presión es funesto porque ser defensivo y ir haciendo cálculos por la cancha significa que estamos jugando al golf con el lado izquierdo del cerebro (la mente consciente), la mala para la necesaria sincronía de mente y cuerpo si es que queremos pegar buenos tiros.
Pero hoy en la ronda final de este excelente Abierto de golf del Club de Polo, hice todo lo que indica la teoría del Golf Mental para evitar los problemas de "irme para el lado izquierdo".
Apliqué estrictamente mis técnicas para quedarme en el Momento Presente, fui paciente, a pesar de una mala suerte horrorosa en el segundo tiro del hoyo 7 cuando quedé injugable en un espino que está en la mitad del fairway, y, planifiqué en forma inteligente casi todos mis tiros y putts durante los 18 hoyos.
Al final hice un excelente 76, que sumado a mi buen 78 de ayer son 154 golpes, frente a los 160 de Pancho Zegers y los 161 de Juan de Dios Ortuzar.
Se ve como que fue fácil, pero no lo fue ya que mis contincantes son locales en esta desafiante cancha del Polo, y son muy luchadores.
Francisco Zegers y Terence Cook |
Juan de Dios también dió dura lucha, especialmente en los segundos nueve hoyos, pero un triple bogey en el hoyo 15 lo liquidó.
Por mi parte, no estuve jamás en riesgo de hacer un doble bogey, y me preocupé de dejar lo más cerca posible del hoyo mis primeros putts para asegurar pares o bogeys, según fuera el caso. Esto me permitió, también, evitar los tres putt, hoy.
Muy contento porque pude hacer lo que tenía que hacer.
Y más contento aún, porque, al parecer el trabajo Mental nuevo que emprendí, hace poco, para asegurar no "arrugar" en los momentos cruciales de una ronda, me está comenzando a dar muy buenos resultados.
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