Cabrera, practicando putt, antes de su clase con Rotella |
La clase se llevó a cabo hace algunos meses cuando Cabrera ya había ganado sus dos Majors, un US Open y un Masters.
Cuenta Rotella que Ángel estaba pasando mucho tiempo en el putting green, pero que no estaba rindiendo fruto esta práctica, y no se traducía en mayor efectividad sobre el green.
Dice Rotella:
Ángel me dijo que cuando tenía que pegar el drive sólo la miraba y le pegaba. Que se sentía el rey del mundo arriba del tee. "No me siento de la misma manera arriba del green", me dijo. Muchos jugadores de la PGA TOUR dirían lo mismo sobre su juego. Se sienten muy confiados y seguros con su swing completo. Pero arriba del green dudan, vacilan y son poco exitosos.
Desafié a Ángel que pensara sobre el green de la misma manera que pensaba sobre su drive...........que mirara la pelota y le pegara, nomás. La sola idea complicó a Cabrera. Cuando hay confianza en un tiro (como Cabrera con su drive) es fácil irse al "modo inconsciente", pero cuando no hay confianza, es mucho más complicado.
Es muy difícil irse al "inconsciente" cuando uno tiene dudas.
Para ayudarlo a comprender el concepto, continúa Rotella, le pedí que golpeara unos putts con un fierro largo. Lo hizo por un rato y el resultado fue bastante bueno. A continuación le pasé su driver y embocó varios putts con él. Le dí, finalmente, su sand, y embocó una seguidilla de putts de ocho pies sin problemas.
Ángel inmediatamente comprendió que con el putter en la mano se estaba presionando demasiado. Había practicado tantas horas la técnica, que los putts "tenían que caer". Porqué no caían????. Con un sand en la mano, no había "obligación" de embocar. No le importaba errar. Sólo miraba el hoyo y le pegaba. Sin el putter en la mano, embocó muchísimo más, y le era sencillo "irse" al inconsciente, ya que no se sentía culpable de errar con un sand.
Bob Rotella |
Finaliza: " Le recomendé a Ángel que dejara de practicar tantas horas al putt. Le dije que cinco a diez minutos al día sería suficiente. Muchos profesionales de golf practican tanto putt que terminan presionándose en demasía y su juego sobre el green se deteriora en vez de mejorar".
Para mí es muy ilustrativa esta historia de Rotella con Cabrera. Me recuerda cómo el Paraguayo Carlos Franco llegó, originalmente, a la PGA TOUR. Lo hizo jugando el driver arriba del green los últimos 12 hoyos de la "Escuela clasificatoria", porque le había perdido totalmente la confianza al putter.
Y es el mismo concepto que enseña el gurú mundial de putter, Dave Stockton, en su interesante libro "Unconscious Putting".
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