Gané el AGOSECH de Marbella, con mente fuerte y gran remontada

Gané este torneo de AGOSECH (Asociación de Golfistas Senior de Chile) por mejor segunda vuelta (35), con buenos 75 golpes, a Michi Geyger y Luis Germán Edwards quienes hicieron el mismo score, pero con segundas vueltas de 38, y 36, respectivamente.

Recibiendo el premio al Gross General de Richard Quass

Estoy feliz con esta victoria, un tanto inesperada, ya que partí jugando muy mal y, faltando siete hoyos, no se veía por donde podía ganar.

Lo que pasó es que tomé la decisión de irme en el bus de AGOSECH, y resultó ser un gran error en relación a lo que normalmente hago, como rutina, antes de comenzar una ronda.

Lamentablemente, el bus salió tarde de Santiago, y llegamos atrasados a Marbella. No tuve tiempo de practicar y llegué corriendo y muy acelerado al tee del hoyo 7 de la vuelta Pacífico Norte. Tuve mala suerte porque me tocó salir, en la simultánea, en ese hoyo, uno de los más alejados del Club House.

Sin práctica previa, y muy acelerado, hice un muy mal doble bogey 5, en este par tres inicial.

Me costó muchísimo "entrar en calor", y aplicar mi Método Mental en esos hoyos iniciales, y, sin poder reaccionar, estaba seis sobre el par después de jugado mi hoyo 11. En mi hoyo 12 (hoyo 9 de la cancha Andes Pro), logré embocar un gran putt de unos 8 metros para salvar el par, lo que me dió esperanzas de que podía revertir la situación en los seis hoyos finales.


Vista del Hoyo 18 de Marbella (hoyo 8 Pacífico Norte)


Hubo un corto descanso después de este hoyo, y me senté en una banca en la siguiente partida, y decidí que iba a hacer mi mejor esfuerzo para "salvar la vuelta". A esas alturas me conformaba con cualquier score bajo 80, lo que me podía servir para la clasificatoria para el Sudamericano Seniors de Lima, el que consiste en jugar los 10 torneos designados del calendario Agosech, pudiendo descartar los cuatro peores resultados.

Pero ya estaba "adentro" de mi Método Mental y comencé a jugar un gran golf

Partí con un buen par en el hoyo 1 de la vuelta Pacífico Norte, el que correspondía a mi hoyo 13.

Lo espectacular vino en el par 5 siguiente. Pegué un larguísimo drive (que me sirvió para ganar el long drive categoría B, para jugadores de 60 a 64 años), y desde unas 220 yardas pude poner una gran madera 3, con viento en contra, con fade, a dos yardas de la bandera. Emboqué el putt para "aguila" y quedé sólo cuatro sobre el par.

Al hoyo siguiente, un par cuatro, pegué un gran drive y dejé un medio pitch a cinco yardas del hoyo, y emboqué para birdie.

Ya estaba sólo tres sobre el par.

El hoyo siguiente es el par 4, hoyo cuatro de la cancha Pacífico Norte, mi hoyo 16, y pude hacer un gran approach y putt desde treinta yardas, para par, después de estar muy complicado en un bunker con un mal drive.

En el complicado par tres siguiente, mi hoyo 17, hice un gran par con un buen fierro 5 a la entrada del green, y un buen putt de acercamiento.

Y en el hoyo final, el par 4 hoyo 6 de la Pacífico Norte, pegué un gran pitch de segundo tiro a una yarda del hoyo.

Me quedó un putt de bajada, muy rápido, y al tratar de pegarle muy suave, le pegué mal, y no entró el birdie por milímetros.

Pero, mi cálculo era que ya no importaba, ya que Michi Geyger, quien iba en mi grupo, y quien  había jugado super bien la cancha todo el día, sin fortuna arriba de los greens, hizo bogey en ese hoyo, y antes de pegar mi putt yo sabía que con par yo le ganaba por mi mejor segunda vuelta.

A la postre tuve un poco de suerte ya que algunos peligrosos contrincantes, que estaban jugando en otros grupos, no lograron superarme. Es así como Luis Germán Edwards hizo el mismo score mío. pero con "peor" segunda vuelta, Felipe Taverne hizo 76 y Jorge Briseño, David Tullo y Tom Almojuela hicieron scores cercanos a los 80.

Las lecciones mentales de hoy son muy claras.

En el golf hay que tener mucha paciencia, ya que en cualquier momento un día mediocre se puede dar vuelta.

Y lo clave: si no nos desesperamos, si no nos enojamos, si somos positivos, optimistas y hacemos un esfuerzo grande por aplicar nuestro Método Mental, y planificamos bien todos nuestros tiros, nuestra poderosa mente inconsciente hará todo lo posible por ayudarnos a cumplir nuestra tarea.

Hoy, mis tres bajo par en los siete hoyos finales, así lo demuestran.