Pero lo más importante del Tiger actual, a mi juicio, es su estrategia mental de los últimos cuatro o cinco meses, la que se puede vislumbrar a través de sus declaraciones, y conferencias de prensa.
Ha sido muy hábil en cuanto a ponerle énfasis a un par de temas que le han permitido, a mi entender, fortalecer su mente y su confianza.
Vamos viendo.
En primer lugar, ha subrrayado, una y otra vez, de que ahora, que está físicamente bien, ha podido practicar como estaba acostumbrado, y que esto le ha permitido, finalmente, poder asimilar los cambios de swing que venía trabajando, hace meses, con su coach, Sean Foley.
Inteligente, Tiger, porque está diciédole al mundo que su bajón de los ultimos dos años se debía a sus lesiones (principalmente su rodilla derecha), y que sus problemas maritales, y escándalos de faldas, nada tuvieron que ver.
En segundo lugar, cada vez que le preguntaron si sus malos resultados tenían algo que ver con una pérdida de confianza, o cierta debilidad mental, Tiger lo negó tajantemente.
Bien Tiger. La verdad es que lo más probable es que su confianza y fortaleza mental tienen que haberse debilitado en el transcurso de los últimos 24 meses, pero otra cosa es reconocerlo.
Al no reconocerlo, e insistir, una y otra vez, que cuando en los últimos meses tuvo algunas pocas chances de ganar, se sintió fuerte al igual que siempre, está enviándole un potente mensaje a su propia mente inconsciente. Un mensaje de que todo está bien, y que nada ha cambiado respecto del Tiger ganador de antaño.
Incluso, hace pocos días, el mismo Tiger contó una conversación que tuvo el Martes pasado, con su amigo personal, Notah Begay, y que va en la misma línea:
"Notah me preguntó qué sentí al estar en la pelea por un Título, de nuevo" ( se refería al reciente Abierto de Australia. Tiger lideró al comienzo y finalizó en un buen tercer lugar).
"Le contesté que no sentí nada" ("Nothing").
"Y Notah me respondió: Qué bueno, porque se supone que no debes sentir nada, se supone que debes estar normal, se supone que debes estar ahí " ("you are supposed to be there").
Y Tiger sigue contando el cuento: "Y yo le respondí a Notah: Si, lo sé" (" Yeah, I know").
Para mí es muy interesante esta conversación entre dos amigos, golfistas profesionales, que se conocen a fondo desde la Universidad de Stanford. La señal de normalidad que buscan enviar es evidente.
Más aún, cuando Tiger, después de varios meses, volvió a estar "en la pelea", y estar sometido a una situación de alta presión, el significado de "no sentir nada" y solamente "estar ahí" (" to be there"), quiere decir que estaba mentalmente en el Momento Presente.
Él sabe, que, para ganar Torneos al más alto nivel, debe estar plenamente sincronizado de cuerpo y mente, y esto sólo se logra con la mente en el Momento Presente.
Cuando Tiger está en su "zona", cada vez que se prepara para pegar un tiro, o un putt, en las etapas críticas de un torneo, parece entrar en un trance. Esto, se sabe, lo domina gracias a la preparación de años, que viene por el lado de su influencia Budista.
Por otra parte, hay una máxima en el deporte. Y es que los campeones parecen tener más suerte que los demás. Tiger tuvo suerte de que, en el día final de la reciente Presidents Cup, su match individual, el que ganó jugando muy bien, fue el que le dió el triunfo al Equipo de EEUU.
Y anteayer, también tuvo algo de fortuna, y con una gran performance en los dos hoyos finales (birdie/birdie), pudo ganar, por un golpe, el Chevron World Challenge, su primera victoria en dos años.
Tiger, gracias a una combinación de volver a la práctica intensiva, una hábil estrategia de comunicaciones respecto a lo mental y cierta dósis de buena fortuna, termina el año 2011 de regreso en la cúspide del golf.
Lindo se pone el golf mundial para el 2012. McIlroy (número dos del mundo), Westwood (número tres) y Tiger ganaron torneos el reciente fin de semana. Luke Donald (número uno) seguramente hará historia, esta semana en Dubai, al ganar en ambos tour el título de mayor dinero ganado para el año.
El 2012, con estos y muchos otros grandes jugadores, y un Tiger mentalmente fuerte, promete ser un año espectacular en la cima del golf mundial.
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