Existen dos niveles en la asimilación de un buen Método Mental para lograr superar la presión en la cancha de golf.
El primer nivel es fácil. Tiene que ver con asimilar las técnicas y comportamientos esenciales, y de lógica básica, para pensar bien en la cancha y no cometer errores. Por ejemplo, el no llegar acelerado al tee del uno, planificar cuidadosa y conservadoramente, no forzar jamás, y olvidar rápido un tiro malo, entre muchos otros.
Este nivel permite al golfista mejorías en su handicap de entre tres y cinco golpes.
El segundo nivel es el difícil.
Lo que pasa, y muy especialmente con jugadores profesionales y los aficionados que compiten continuamente, es que el golf por su naturaleza misma nos golpea muy duro, y continuamente (en inglés: "golf will beat us up, most of the time").
Es que casi siempre vamos a perder, la mayoría de las veces vamos a cometer errores que nos cuestan caro, y todo este proceso va a tender a minar nuestra confianza.
Bob Rotella, el mejor psicólogo de golf del mundo, lo dice muy claro en su último libro, "Your 15 th Club".
Por eso Rotella dice que el quinceavo palo del golfista, es nada menos que la confianza.
Y ocurre que el golf competitivo, casi siempre, nos debilita la confianza.
Rotella, en este libro, reconoce un error en sus libros anteriores. Un error de omisión. Dice que dió a entender que cuando uno aprende sobre las técnicas de golf mental, el golfista las aprendió para siempre, como cuando uno aprendió a andar en bicicleta.
Pero no es así, dice Rotella. El lograr dominar un Método Mental, y tener una gran confianza y una mente apta para enfrentar situaciones de presión en la cancha de golf, es más parecido a lograr un estado físico de excelencia.
Requiere de un régimen de entrenamiento permanente. O, si no, la mente, como el cuerpo, tiende a volver a su situación anterior.
Al meditar sobre esto, me acordé de Juan José Oteiza, un querido jefe Argentino que tuve cuando trabajé en el área de finanzas de Pepsicola International, en los primeros años de los ochenta. Me enseñó un concepto que me ayudó en toda mi vida laboral, y en la vida.
Se trata de hacerle follow up (seguimiento) "infernal" a todos los temas pendientes. "Sin follow up infernal, nada sucede, Cook", decía. Y tenía toda la razón.
Para los golfistas profesionales y de bajo handicap, que desean tener una mente fuerte para poder triunfar, se requiere de un seguimiento, o follow up, infernal sobre el tema.
De hecho, lo que Rotella ahora propone es un Régimen Mental, mas que un Método Mental. Es un todo, que requiere de un trabajo continuo, similar al régimen del gimnasio para el estado físico.
La buena noticia para aquellos golfistas que deseen "commit" a este desafío, de lograr una mente fuerte, es que son muy pocos los que están dispuestos al sacrificio requerido.
Pero, como lo puedo atestiguar yo mismo, después de cuatro años de experiencia con mi propio Régimen Mental, vale la pena mil veces.
Foto:
Terence Cook recibiendo la copa de ganador del Abierto de Cachagua, Categoría Preseniors, 2011. Victoria obtenida por segundo año consecutivo.
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