Para alguien como yo, que me encanta el tema del Golf Mental, es de gran interés comparar al español Sergio García con el joven Norirlandés, y flamante Campeón del US Open, Rory McIlroy.
Sergio García llegó a la elite del golf mundial a la misma edad que Rory McIlroy, con el mismo talento natural para el golf, y con el mismo carisma y simpatía que el joven de Irlanda del Norte. Ganó una veintena de torneos en sus primeras temporadas y era cosa de tiempo que ganara su primer Major.
Pero cuando Sergio García perdió el British Open en 2007 en un playoff frente a Padraig Harrington, en Carnoustie, el mundo del golf pudo observar, a partir de su conferencia de prensa ese día, a una persona amargada, iracible, que reclamó su mala suerte a los cuatro vientos.
En vez de olvidar rápido, como hizo tan bien McIlroy después de su desastre en el Masters de este año, Sergio se fue a su casa a Espana a seguirle dando vuelta a su mala suerte, y rememoraba una y otra vez los cuatro o cinco putts que le bordearon y que no le entraron por milímetros.
Cualquier Coach Mental de golf, diría que el quedarse "pegado" con ese British Open, le ha costado carísimo a García en estos últimos cuatro años. Es cierto que el 2008 ganó el Players, conocido como el quinto Major, y que su juego en las Ryder Cups ha sido muy, muy bueno. Pero, todos saben que no es el mismo Sergio que encantó al mundo con su fresca personalidad, con su sonrisa y con su gran juego.
El García de los últimos años parece ser un joven amargado, malhumorado, a veces mal educado, y que sonríe poco. Tanto es así que en el segundo semestre del 2010 dejó de jugar por tres meses porque "había perdido las ganas de jugar". Ha cambiado de putter decenas de veces, cuando en mi opinión el problema nunca estuvo ahí, sino como dijo el gran Sam Snead, en los 15 centímetros entre sus orejas.
Pero, al parecer, Sergio se ha negado sistemáticamente a trabajar con un coach mental, cuando a todas luces lo necesita imperiosamente.
Que distinta la actitud de McIlroy !!!!!!
Basta leer algunas de las entradas recientes de Rory McIlroy en su BLOG para entender que lo del Masters lo olvidó en media hora. Incluso, esa misma noche viajó en el mismo avión al Oriente, con Charl Schwartzel, y se sacó una foto muy sonriente con el poseedor de la chaqueta verde.
McIlroy conversó amablemente con la prensa esa tarde después de su desastrosa vuelta final en Augusta, y dijo con un aplomo magnífico, que iba aprender de lo que le sucedió, para no cometer los mismos errores la próxima vez.
Con su entorno cercano sacaron conclusiones de lo que debían hacer y contrataron a Dave Stockton, el gurú del putter, para fortalecer lo que pensaban eran el único flanco débil del juego de McIlroy. Cenó con el gran Jack Nicklaus quien le dió su opinión de qué se debía hacer en situaciones similares de alta presión. El consejo de Jack fue que en esas circumstancias, no había que cometer errores. Sabio consejo, en mi opinión, porque la planificación rigurosa y conservadora en cancha es esencial bajo presión.
Y llegó el US Open en Congressional y este joven de sólo 22 anos nos dio una tremenda lección de madurez y de cómo se supera un desastre golfístico de grandes proporciones, ganando brillantemente en su siguiente oportunidad.
Y, Sergio García, habrá tomado nota, y aprendido la lección ??????
Hay señales esperanzadoras para los que lo admiramos como golfista. Jugó un excelente US OPEN y en su siguiente torneo, el BMW de Alemania, sólo le ganaron en el cuarto hoyo de playoff. Pero ese segundo lugar le valió clasificar para el British Open, que se jugará en dos semanas màs.
Es tanto el talento de Sergio García que si toma algunos consejos elementales de Golf Mental, es seguro que va a ganar varios Major. Pero si no lo hace, lo más probable es que su enorme frustración lo llevará a desaparecer de la elite del golf mundial.
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