Taverne, Errázuriz, Briseño y Cook. Foto de Bogotá 2010 |
Rodrigo Errázuriz, si bien no estaba fino con algunos de sus golpes, se las arregló para hacer un muy buen 76, merced a su paciencia y excelente putter.
¿¿¿¿Y, que me pasó a mi ?????? Fue un día de dulce y agraz.
Hice excelentes 36 golpes, par de la cancha, en los primeros 9 hoyos. Y un muy mal 44 en la segunda vuelta, para lo que terminó siendo un mal 80, y día para el olvido.
Lo dulce: Partí jugando muy, muy "metido" en mi Método Mental. Diría que apliqué mas técnicas que lo normal, y planifiqué en forma excelente. Sólo cometí un error de cancha en el hoyo cuatro, lo que resultó en bogie, y un tres putt muy desafortunado en el hoyo 8. Hice excelentes birdies en el hoyo 5 y en el 7, lo que configuró la sólida vuelta de 36. A esas alturas estaba a sólo dos palos de Felipe Taverne que estaba dos bajo el par, y liderando la competencia.
Lo agraz: Hace rato que no me toca tanta mala suerte en nueve hoyos de golf. Sencillamente mi apodo de "Lucky Cook", no fue válido, hoy, en los segundos nueve hoyos de Los Leones. Es cierto que no estuve todo lo "metido" que debí estar en mi Método Mental, pero este hecho no explica lo que sucedió, ya que en ningún momento sentí "presión" o nervios. En el hoyo 10 mi segundo tiro pegó en una minúscula rama de un árbol y quedé corto del green: bogie. En los hoyos 13, 14, 15 y 16 quedé injugable, o cuasi injugable, 5 veces, y me subí seis palos en estos cuatro hoyos.
En el hoyo 17, estaba de tres arriba del green, bastante cerca, y reconozco un claro error mental. Había una gran ventolera y el green se llenó de hojas, las que había que sacar de la línea de juego, ya que eran bastante grandes. Me aceleré. Pegué el putt, de bajada para birdie, y me pasé un metro. A esa altura estaba muy ofuscado, y me apuré para terminar rápido, antes que cayeran mas hojas, y erré el putt para par. Craso error porque debí marcar, y tranquilizarme antes de pegar el putt.
Un par en el hoyo 18 cerró una segunda vuelta que quiero olvidar super rápido. Hice 44 palos y creo que sólo pegué tres tiros malos. A veces en el golf van a suceder estas cosas. Son parte de un juego donde la fortuna muchas veces juega un rol. Hay que aceptarlo, olvidar, y alistarse para el próximo desafío.
En casos como estos hay que quedarse con lo bueno, y claramente mis primeros nueve hoyos, hoy, lo fueron.
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