Además como arrastro una lesión al codo derecho, ultimamente he tenido otra excusa perfecta para no practicar demasiado el juego largo.
Por otra parte, con mi Método Mental la clave es jugar golf con la mente inconsciente. Se trata de confiar en el swing que ha pegado miles de golpes similares, e intentar estar en ese estado de ensueño llamado "the zone", donde todo resulta, y los golpes son certeros y perfectos. Se trata de evitar, entonces, estar demasiado preocupado de los aspectos técnicos del swing , y dejar que las cosas fluyan automáticamente.
Mi experiencia con practicar demasiado en el driving range es que tiendo a rigidizar el movimiento y encuentro que después de un rato, me entran "mañas" y dudas en el swing.
Recientemente he estado ensayando con una técnica que llamaré "Práctica Virtual".
Se trata, simplemente, de tomarse algunos minutos al día para sentarse tranquilamente en un ambiente sin distracciones, y "visualizar" el swing correspondiente a determinados golpes. Se debe "sentir" el golpe de principio a fin y por supuesto es un golpe perfecto. Cada golpe "visual" se debe repetir unas cinco veces para luego seguir con otro golpe que uno desee practicar virtualmente.
Después de un rato he podido "reproducir" virtualmente el "feel" perfecto de cada golpe que "practico". La parte final de esta técnica es recordar en la cancha, instantes antes de pegar un golpe de verdad, esta práctica virtual, y el "feel" exacto para el golpe perfecto.
Si bien esta técnica me ha dado excelentes resultados, creo firmemente que nada suple la ineludible práctica del juego corto (150 yardas hacia adentro). En efecto, parte fundamental de mi Método Mental es destinar al menos el 80 % del tiempo de práctica real al juego corto.
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