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domingo, 20 de junio de 2010

Lecciones del US OPEN 2010

Sin duda que Pebble Beach es una gran cancha de golf , y un tremendo desafío de golf.

Ganó el Norirlandés Graeme McDowell con par de la cancha. Mostró una gran fortaleza mental, planificó mejor que nadie, y fue el que menos putts hizo en todo el Torneo.

Impresionante fue la "arrugada" de Dustin Johnson, líder por 3 golpes al entrar al último día. Este jóven jugador ha ganado dos torneos del PGA Tour en Pebble Beach (2009 y 2010), por lo que estaba como en su casa. Sin embargo, el último día hizo 82, nada menos que 16 palos mas que los 66 que hizo el Sábado.

¿ Cómo se explica que un jugador profesional, 26 en el ranking mundial, que ha ganado dos veces en esta cancha, que había hecho 71, 70 y 66 en los primeros tres días del Open, pueda colapsar de esta manera ?.

Como hemos visto en otros artículos anteriores, el colapso o el "arrugue" al enfrentar situaciones de gran presión en el golf son legendarias, y ocurren con una frequencia impresionante.

¿ Qué es lo que le ocurrió a Johnson, en mi opinión ?.

Bueno, no hay duda que verse líder de un Major de golf, entrando el último día, es una causal de mucha presión para cualquier jugador. Por otra parte, los US Opens son famosos por la extrema dificultad del "setup" de las canchas, y Pebble Beach es una de las más peligrosas.

Estos dos factores hacen que la mente del jugador que enfrenta esta situación está extraordinariamente propensa a irse para al lado izquierdo racional, a pensar demasiado, a tener temor, a ser negativo, a salirse del presente, lo que, en definitiva, lleva a rigidizar y sobremecanizar el normal swing de golf.

Lo que le pasó a Johnson es que un par de tiros malos que le costaron un triple y un doble (pelota perdida), en los hoyos tres y cuatro, lo sacaron totalmente de su normal sistema mental. Fue tal el shock que le produjo, que su swing se rigidizó, y no podía pegarle normalmente a la pelota. En los putts era patético, y erró seis o siete putts cortos, todos por la derecha (signo claro de rigidización), incluyendo un corto putt para birdie en el 18 de no más de 20 centímetros.

Estaba completa y totalmente en su lado izquierdo de la mente, y en un estado totalmente opuesto a lo recomendado. Esto es, lo opuesto a estar "in the zone", en que todo sale fluido y como en un sueño, o sea, operando con el lado derecho de la mente.

Creo que estas situaciones de colapso o "arrugue" se pueden evitar o minimizar aplicando dos métodos muy explícitos que deben manejar siempre los jugadores profesionales, y los de bajo handicap que habitualmente juegan golf competitivo.

Lo primero es aplicar una planificación de cada tiro conservadora y estricta. Y en una cancha tan increiblemente peligrosa como Pebble Beach debe ser doblemente conservadora. Hay que saber super bien donde errarla. McDowell cometió muy pocos errores de planificación. La erró casi siempre por donde se debía, y por eso hizo tantos approach y putt. Tiger reconoció un error clave con su drive en el hoyo 6 del último día (le pegó perfecto, pero se equivocó de palo, y salió muy fuerte y se fue al barranco). En vez de un birdie relativamente fácil terminó con bogie. Mickelson hizo algo parecido en el 16. Apuntó a una bandera que estaba en el lado derecho del green, al lado del rough más difícil de la cancha. Le pegó tres metros para la derecha y quedó casi injugable a 10 yardas del hoyo. Bogie.

Lo segundo es tener un método mental en cancha que permita, aunque uno sienta mucha presión, mantenerse muy relajado, enfocado y en un estado casi de ensueño que es conocido como "in the zone" (lado derecho del cerebro). Es lo que intentan enseñar los numerosos "sports psychologists" con el objeto de mantener un alto nivel de performance en la cancha de golf a pesar de la presión.

El problema de planificar mal, o arriesgar demasiado, es que si falla, y una está bajo mucha presión, lo más probable es que uno se "salga" de su método mental, y es difícil recuperar el ideal estado de relajo y confianza necesario, para jugar buen golf bajo presión. Uno se siente culpable, enojado, no puede olvidar el error, se sale del presente, comienza a razonar con el lado izquierdo del cerebro y el daño está hecho.

Sostengo, por lo tanto, que la clave para mantener un alto performance de golf bajo presión es ejecutar una planificación rigurosa y conservadora en cancha, y contar con un método mental que permita al jugador estar "in the zone" la mayor cantidad de tiempo posible.

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